Liderazgo ágil, clave para enfrentar a COVID-19

Grandes empresas como Netflix o Amazon han demostrado que ser una organización ágil rinde sus frutos. ¿Pero cómo mantener la agilidad cuando surge una disrupción como la de COVID-19? ¿Y cómo construir una mentalidad Agile en los líderes para lograr que sean los principales impulsores de un cambio necesario para enfrentar la crisis?

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El desafío de ser disruptivo

Crea tu propia disrupción antes de que alguien más lo haga* – The Exponential Leaders Guide to Disruption,

The Singularity University

La disrupción ya ha ocurrido. El coronavirus ha acelerado un proceso de cambio hacia nuevas formas de trabajo remoto, poniendo en el centro a las nuevas tecnologías y al mundo digital. Esto impacta fuertemente en los modos de relacionarnos y de trabajar (lo que hacemos y, también, la forma en la que lo hacemos). 

Crear y promover un “plan de transformación” para enfrentar nuevos desafíos no es algo nuevo. Con avances tecnológicos acelerados, en los últimos años numerosas organizaciones se han animado a transformarse frente al riesgo de ser alterados por la competencia y, en última instancia, desaparecer.

En 2019 encuestas de Deloitte y McKinsey mostraban que más del 90% de los ejecutivos senior tenían como prioridad el ser ágiles pero sólo el 10% de ellos consideraba que sus organizaciones lo eran. Frustrante.

Es cierto que, como líderes, muchas veces parece imposible promover una cultura ágil en una organización que se mueve a otro ritmo. Pero hoy la pandemia nos obliga a reaccionar y a hacerlo ya, si es que queremos sobrevivir. La organización necesita volverse ágil y necesita de líderes ágiles para poder hacerlo. Porque sólo un líder ágil puede convertir a una organización en ágil.  

Para poder ocupar este lugar de liderazgo ágil, necesitamos preguntarnos hacia adónde debemos ir, con qué velocidad debemos hacerlo, y qué nivel de comprensión estamos logrando por parte del resto de la organización.

  • ¿Estamos lo suficientemente convencidos de la importancia de ser ágiles o lo encaramos porque pareciera ser lo “políticamente correcto”?
  • ¿Somos lo suficientemente rápidos en la transformación?
  • ¿Nos sigue -comprendiendo el qué, el por qué y el por qué ahora del cambio– una cantidad mínima de nuestra gente como para asegurar la sinergia necesaria?

Construir una mentalidad Agile en los líderes

Cuando hablamos de Agile, hablamos de construir un cambio cultural profundo que transforme los valores, hábitos y prácticas instaladas en la organización. Se trata de instalar un nuevo mindset y los primeros que deben abrazar y transmitir el cambio son los líderes. 

Se tiene una mentalidad Agile cuando se está preocupado, y a veces obsesionado, con:

  • Innovar y entregar consistentemente más valor al cliente
  • Estructurar y trabajar en pequeños equipos autogestionados en los que sea posible desplegar al máximo el talento de cada uno de sus miembros
  • Construir una red interactiva en vez de una estructura piramidal compuesta por silos

Las máximas de un líder más ágil

Si quieres ser un líder más ágil y contagiar a las personas a tu alrededor, comienza respetando estas máximas:

  • Define una visión y cree en ella.  Muchos ejecutivos tienen una visión de hacia dónde quieren conducir a sus empresas.  Otros, sólo escriben una visión. Un líder ágil imagina un futuro  -aún sabiendo que muy probablemente no será tal como lo imaginó- y avanza hacia él. No lo detiene la incertidumbre, sino que se prepara para enfrentarla. 
  • No te frenes por miedo al error.  Un líder ágil sabe que puede experimentar para aprender y comprender mejor cómo conviene avanzar. No tiene vergüenza de decir que no sabe y está abierto a aceptar ideas alternativas.
  • Rechaza la falacia de “el líder es el genio”: Nuestra responsabilidad como líderes es definir y/o comunicar la visión y crear un ambiente favorable para que las soluciones surjan. No necesitamos tener todas las respuestas, sólo dar espacio a que otros las traigan. No necesitamos que todo nos guste y sea como lo habríamos hecho nosotros, siempre y cuando alcancemos los resultados.
  • Expande tu pensamiento: Un líder ágil sabe abrir el universo de opciones y ver otras maneras de hacer las cosas. Y, comprendiendo que son sólo aproximaciones, puede visualizar diferentes escenarios y opciones futuras.
  • Ábrete a recibir realimentación: Un líder ágil sabe, por sobre todo, escuchar. Es cierto que se trata sólo de opiniones y que podemos pensar diferente. Pero debemos comprender que todo punto de vista tiene algo de verdad.
  • Sé curioso: Cómo líderes, debemos indagar, preguntar, escuchar para entender cómo y por qué es que los demás ven algo diferente. Sólo de esta manera podremos descubrir otras opciones posibles y mejores soluciones.  Recuerda, una pregunta correcta vale mucho más que 10 respuestas a preguntas erróneas.

Conclusiones

Construir un estilo de liderazgo Agile no es fácil. Implica un cambio cultural profundo que enfrentará resistencias en todos los niveles de la organización. 

En un contexto de crisis, construir cultura parecería prácticamente imposible, y muchos dirán que no hay tiempo para ello. Creo que pensar así es un error. Ahora es el momento de mostrar la necesidad de ser ágiles, de aprovechar la incertidumbre para experimentar, y la disgregación de los equipos y el trabajo remoto para desarrollar equipos autónomos que se autogestionen.

Desarrollar una cultura donde haya líderes que empoderan y confían en su equipo y, como contrapartida, gente que aprende y confía en sí misma, es parte de un trabajo de Gestión de Cambio profundo que comienza por los líderes y debe ser impulsado por ellos. Enfrentemos la crisis con un liderazgo ágil.

Autor: Raúl Molteni

Para saber si eres un líder ágil, haz el test a continuación.

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