Lecciones de Edith Eger para impulsar el crecimiento personal

Compartir este artículo

A lo largo de la vida, aprendemos valiosas lecciones de individuos notables que han superado adversidades inimaginables y han emergido más fuertes y sabios. Una de esas personas extraordinarias es Edith Eger, una “súperviviente” del Holocausto.

La doctora Eger es muy activa en redes sociales y a sus 96 años sigue inspirando a muchas personas con su sabiduría y conocimiento. En un reciente video que subió con el propósito de reflexionar sobre qué la hace feliz, ella explicó que aprendió a aceptar a las personas tal como son, pero a tratarlas como si fueran las personas que pueden ser. En su experiencia, ha comprobado que estas personas, con el tiempo, suelen estar a la altura de las circunstancias.

Esta poderosa declaración encierra una sabiduría que trasciende generaciones y nos lleva a reflexionar sobre la importancia de motivar correctamente a todas las personas, no solo a líderes, dentro de las organizaciones.

Edith Eger es un ejemplo vivo de resiliencia y superación. Su historia de sobrevivir a Auschwitz y, posteriormente, convertirse en psicóloga clínica es conmovedora y fascinante. A lo largo de su vida, ha trabajado con personas que han enfrentado traumas y ha desarrollado un enfoque terapéutico basado en la psicología para ayudarlas a sanar y encontrar la libertad emocional. Su enfoque en tratar a las personas como si fueran capaces de alcanzar su máximo potencial es una lección valiosa que podemos aplicar en nuestras vidas y, en particular, en el mundo empresarial.

Imaginen cómo nuestras organizaciones podrían transformarse si adoptamos este enfoque en la motivación de todos. A menudo, las personas se enfrentan a desafíos y pueden sentirse abrumadas o carentes de confianza en sí mismas. Es en este punto donde la sabiduría de Edith Eger se convierte en relevante. Al tratar a cada individuo como alguien capaz de alcanzar su máximo potencial, les estamos brindando el apoyo necesario para avanzar con confianza.

Las personas que sienten que se les ve como capaces de lograr grandes cosas a menudo «responden al desafío». Cuando se les motiva y se les brinda confianza en sus habilidades, son más propensos a asumir desafíos con determinación e inspirar a sus equipos. Es como si un interruptor se encendiera, liberando un potencial previamente oculto.

Sin embargo, la motivación no es solo cuestión de palabras de aliento. También implica brindar las herramientas y recursos necesarios para tener éxito. La formación, el apoyo y la retroalimentación constructiva son elementos fundamentales para el crecimiento personal.

En resumen, la reflexión de Edith Eger sobre aceptar a las personas como son, pero tratarlas como si fueran capaces de ser más, nos recuerda la importancia de motivar a todas las personas de manera efectiva. Cuando aplicamos este enfoque, estamos allanando el camino para que cada individuo despierte su potencial y contribuya al éxito colectivo. La sabiduría de Edith Eger nos muestra el camino a seguir y nos recuerda que el potencial humano es verdaderamente asombroso.

Sigue mirando